
Cuando derribaron el Boeing, los terroristas de Donetsk inmediatamente y con alegría declararon que ellos derribaron un transportador ucraniano y amenazaron con que esto le pasará a cualquiera que apareciera en “su cielo”.
Luego al haber entendido que era una aeronave con pasajeros, negaron absolutamente todo. Pero aún queda la gente que duda de que fueran los terroristas los responsables.
Cuando bombardearon el autobús en los alrededores de Volnovaja, los terroristas inmediatamente y con alegría declararon sobre la eliminación de un punto de control ucraniano.
Después, al haber entendido que dieron en un autobús con pasajeros, de nuevo se echaron atrás. Y todavía queda la gente que duda de que fueran los terroristas los que disparaban.
Cuando en Donetsk bajo el fuego de mortero murió gente en una parada de tranvía, los terroristas inmediatamente culparon de ello al ejército ucraniano.
Después, al entender que un mortero no alcanzan los 15 kilómetros de distancia (a esta distancia estaban localizados las posiciones ucranianas), declararon que hubo un “grupo de sabotaje” que a propósito penetró en la ciudad para disparar en una parada de tranvía. Y todavía hay gente que duda sobre que fueron los terroristas…
Cuando en Mariúpol, bajo el fuego de los Grad y Huragán, murió gente, los terroristas inmediatamente y con alegría declararon sobre el ataque a la ciudad (para entonces su jefe se jactaba que no tenía intención de coger cautivos).
Después, al entender qué había pasado, ellos intentaron por costumbre pasar la responsabilidad sobre el ejército ucraniano y declarar que era una “provocación”. Pero esta vez estaban más que claras todas las pruebas sobre que esta vez disparaban desde el territorio controlado por los terroristas.
Hoy dudar públicamente sobre la responsabilidad de la muerte de 30 personas en Mariúpol lo pueden hacer solamente los diplomáticos rusos, que por costumbre bloquean las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, dirigidos contra los terroristas de Donetsk, y los propagandistas rusos de paisano, empezando por presentadores del Kremlin-TV y acabando con blogueros anónimos que lamentan que no pudieron “liberar” Mariúpol antes…
¿Cuantas victimas más hace falta después de la línea de Mariúpol para que resultara evidente la mortandad de la política del Kremlin en el “caso ucraniano”?
Y justamente del Kremlin, puesto que los terroristas no aguantarían ni una semana sin apoyo ruso. Precisamente desde Rusia ellos reciben los Grad y Huragán, los Buk y sistemas de defensa aérea portátiles, los tanques y carros blindados.
¿O todavía por allí alguien quien duda de procedencia de este armamento? ¿Los que piensan que los mineros de Donetsk ensamblan todo este arsenal en casa con lo que tienen a mano? ¿Y allí mismo fabrican los proyectiles y patrones?
Todavía hay quien duda que en Donbass contra el ejército ucraniano combaten unos “sublevados” que con la ayuda de Dios aprendieron a manejar tanques y disparar desde los Grad, y no los mandados profesionales desde Rusia?
Por cierto, ¿alguien se acuerda cómo los dirigentes rusos y su propaganda llamaba a los chechenos que combatían contra el ejército ruso (sin recibir ningunos tanques, BTR, ni sistemas de defensa desde el extranjero)? ¿No fueron llamados “sublevados”?
Y el Comité de Investigación, si no recuerdo mal, no abría demandas judiciales sobre los hechos de muertes masivas de los ciudadanos civiles de Chechenia. Pero ahora este Comité intrépidamente abre casos contra los militares ucranianos…
Por supuesto que los dirigentes rusos niegan presencia de sus militares en Ucrania.
Pero del mismo modo ellos negaban su presencia en Crimea justo antes de la anexión, pero luego lo reconocieron.
Del mismo modo ellos negaba la presencia de “voluntarios” en el Este de Ucrania, pero luego lo reconocieron.
Y del mismo modo sus predecesores en el timón del gobierno soviético negaban que nuestros soldados combatían en Corea, Siria, Angola, Mozambique, Egipto, Yemen, Algeria, Vietnam, Etiopia y Líbano, pero luego lo reconocieron. Ya es como una tradición.
El mundo está hecho de la manera que todo lo secreto tarde o temprano sale a la luz.
Y lo mismo está pasando ahora. Strelkov-Guirkin se sincera sobre la toma del parlamento de Crimea y el inicio de la rebelión en Donbass, asi que pronto ya se sabrá con exactitud quién y cómo atizaron el fuego en Ucrania. Quién y cómo dirigía allí militares de “vacaciones” y “voluntarios” rusos, quién y de qué rango hacía papel de “sublevados”, quién y cuánto dirigió allí armamento ruso, quién sembraba el odio e inflaba la mentira.
Y desde luego espero que bastante pronto vendrá la hora cuando todos ellos responderán por lo sucedido. Y ante el pueblo ruso, y ante el pueblo ucraniano.
Responderán por los fallecidos y heridos, por los cuerpos mutilados y almas desfiguradas.
Les recordaremos a todos por sus nombres.
Autor: Boris Vishnevskiy (diputado de la asamblea legislativa de San Petersburgo, facción “Yábloko”)
Autor: Boris Vishnevskiy (diputado de la asamblea legislativa de San Petersburgo, facción “Yábloko”)
Traductor : Anna Sánchez